miércoles, 10 de marzo de 2010

Cosas del día a día.

El sábado fuimos a una mega tienda que se llama Ikea (léase "Aikía"), y que es conocida en toda Europa. Es una mezcla entre homecenter y casa ideas, o sea, es donde se compran las cosas para el hogar, y que se supone es muuuuy barato, por lo que obviamente es donde toda la gente se compra cosas, especialmente los estudiantes.


Era una tienda GI-GAN-TE, con varios pisos, y de lo más entretenida. Compré manteles de cocina, y mallita individual para tomar té de hojas, ñami. Es una visita obligada en este país, casi una cosa turística en sí! La tienda era de lo más linda, todo ordenadito, todo tan bien pensado… no, es que la mentalidad nórdica se veía reflejada en cada rincón.



La reunión del corredor.

El dia domingo se armó mocha en el pasillo. Resulta que desde hace tiempo hay una chinita chica que cocina y hornea todo el rato, y hace cosas que huelen muy rico, como pastelitos, queques y tortas. Ella tiene un pololo chino alto y flaco, y son amigos de Gary. En el corredor también vive una pareja de franceses, que hablan inglés como el loly. El cuento es que el día domingo la chinita estaba cocinando y la francesa llegó y la comenzó a increpar, onda “que haces acá, por qué cocinas acá todo el tiempo, si ni siquiera vives aquí”. Uff, se armó. Después el chino flaco fue a defender super enojado a su polola, y fue a golpear a la puerta de los franceses, ahí comenzaron a hablar muy fuerte y todos salimos de las piezas, parecía conventillo! Jajjaja. Así que se organizó una reunión el martes en la noche.


Menos mal que la cosa estuvo tranquila y se llegó a diversos acuerdos. Cada semana hay un monitor de la limpieza, que debe limpiar los espacios comunes, y cada uno lava sus propias cosas. El tema es que los chinos son muy cochinos! Pucha, lamento decirlo, pero de repente dejan platos por muchas horas, y sus comidas son muy fuertes y condimentadas, entonces todo comienza a oler mal. De repente uno va a la cocina y hay unas orejas de chancho o unos champiñones secos en remojo, o unas patas de gallina (con uñas y todo) remojándose en una salsa. Además se establecieron reglas en cuanto a las visitas, como poner un aviso si se traen muchos amigos y se ocuparán los espacios comunes (cocina y comedor), así como también, si se desea cocinar y la cocina está colapsada, avisar con media hora de anticipación.
Otra cosa es que hace una par de semanas atrás sufrimos de un robo: nos robaron una bolsa de champiñones frescos a granel, algunas verduras, una lata de salsa de tomates, entre otras cosas. Y ya, es cierto que no fue tanto, pero es el hecho!!! Y no sólo nos pasó a nosotros: a mi vecino gringo lo pelaron un jamón de pavo al vació, que estaba nuevo en su paquete, entre otras cosas también; el pobre andaba furibundo. Y al parecer no es la primera vez, ya que hay robos como una vez al mes. Aparentemente alguien viene a una hora en que nadie está, y hace su buena recogida. Que lata, me siento violada. Ahora tengo que dejar el cajón con llave, cosas que antes no hacía, snif.
Es bueno que hayamos tenido esa reunión, porque de ahora en adelante las reglas están más claras, y los chinos saben que no pueden tener el monopolio de la cocina! A mi por ejemplo me encantaría cocinar más seguido, tener más espacio y guardar cosas con confianza pero no siento que la cocina sea mía, y eso es una lata. Pero creo que de ahora en adelante eso será diferente: ahora nos hemos empoderado, al dejar en claro que la cocina es de TODOS.



Solna Kyrka (la iglesia de Solna).

Esta semana hice algo que hace tiempo quería hacer: en el camino de la micro, hay un cementerio, y cada vez que pasaba me daban ganas de tomar fotos, porque se ve tan hermoso con todas las tumbas enterradas en la nieve, y las ramas de los árboles pelados. Así que un día cualquiera, simplemente me bajé de la micro, en la mitad de la nada y me fui a tomar fotos (quienes me conocen saben que es mi costumbre andar con la cámara para todos lados, jejje). Y el resultado fueron una fotos muuuy lindas. Después esperé la siguiente micro, y me fui pa la casa. Sólo eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario