domingo, 22 de agosto de 2010

Holanda: el país de las bicicletas.

Debido a los constantes reclamos que he recibido de mi bruji, por el hecho de haber dejado el blog botado en la mitad del viaje por Europa, he decidido retomar el blog para darle un cierre con los dos últimos capítulos, que a continuación comienzan.

Luego de un viaje maravilloso por Bélgica, tomé los siguientes trenes rumbo a Holanda. Allí tuve la oportunidad de quedarme con Alice, una chica que conocí en Suecia, lo que me vino de perilla para abaratar costos, ya que Amsterdam es una de las ciudades más caras en lo que a hospedaje se refiere. Ella vive en Duivendrecht, una pequeña ciudad a 10 minutos de Amsterdam lo que era fácilmente acc esible en tren (ya para con los trenes! Hahaha). En fin, el primer día, decidí hacer una ruta por 2 pequeñas ciudades cercanas y características: Den Haag (más conocida como “La Haya”), y Delft.


En Den Haag, había un desfile de veteranos de guerra, así que toda la ciudad estaba media cortada por un desfile largo. La gente estaba muy animada, vitoreando a sus héroes de guerra, con uniformes y tanques pequeños. Cuando crucé todo el desfile, me empecé a adentrar en la ciudad, que tiene un aire bastante artístico, con construcciones muy lindas, como La casa del Parlamento. Otras sin embargo me parecieron bastante sencillas, como el palacio real. Hay distintos distritos, como el distrito de la moda y el diseño, el shopping district, el distrito culinario, etc. Me pareció una ciudad muy estilosa, todas las tiendas eran bellas, cual más que la otra. Todo un lujo de ciudad.


Aquí ya comencé a notar la gran cantidad de bicicletas que hay en este país, y la gran diferencia es que la gente no sólo anda en bici para ejercitar, sino que es su medio de transporte, por lo tanto hay excelentes ciclovías, estacionamientos en todos lados, etc. La bici es el medio de transporte por excelencia, sin importar la edad.


Pero cuando tomé el tren para irme a Delf, fue too much: había un estacionamiento gi-gan-tes-co de bicicletas, pero tan grande que yo creo que era imposible estacionar y luego lograr encontrar la bici. Y el tráfico de bicis era tan intenso, que había que estar muy atento al caminar por la calle, nada de andar pajaroneando! Incluso fui testigo de un accidente entre un tipo que venía en bici con el hijo atrás y una china pajarona que venía hablando por celular en el medio de la ciclovía. Uff, un desastre.


Delft es una ciudad muy linda, más pequeña que Den Haag, y por lo tanto con un ritmo más tranquilo. Está surcada por canales con abundantes flores de loto, y llena de bellos puentes que cruzan dichos canales. Hay dos iglesias características: la iglesia vieja y la iglesia nueva. Yo entré a la iglesia vieja, la recorrí por dentro, y al salir me di cuenta que había que pagar a la entrada, pero nunca caché, porque no había nadie controlando! Así que me hice la loca y seguí mi camino. Me pareció bastante raro que cobraran para entrar a una iglesia, ya que ni siquiera en las iglesias grandes, como Notre Damme o la Sacre Couer en París había que pagar, y esas sí que son turísticas! En fin.


Recorrí muchas tiendas de artesanía típica de Delft, que consiste en cerámica de color azul y blanco, muy elegante y exclusiva. Había de todos: platos, adornos, joyas, etc. Esa noche volví a Duivendrecht, para al día siguiente hacer mi recorrido por la capital y destino turístico de millones.

Ese día Alice me acompañó a “la ciudad”. Una de sus roomates me prestó la bici, así que nos pusimos bloqueador, lentes de sol, y agarramos las bicis para irnos a la ciudad a la usanza local, lo que me fascinó. Eso me hace desear que en Chile fuera así: con ciclovías decentes, con conductores respetuosos, etc, pero lamentablemente aún siento que estamos a años luz de algo así.

Amsterdam en verano está plagado de turistas de todos los rincones del mundo. La ciudad estaba teñida de naranjo, con los eventos deportivos del minuto: Holanda la estaba llevando en ese minuto en el mundial, y se lograba sentir la efervescencia futbolera. Al igual que Delft, Amsterdam está llena de canales y cientos de puentes de diversos tamaños. El tráfico en las aguas es bastante agitado, con variadas embarcaciones que circulan sin cesar: botes de turismo haciendo tours desde el agua, gente en sus propias embarcaciones tomando sol, o haciendo carretes o almuerzos con una copita de vino, o sencillamente tipos que salen a dar una vueltecita.


Los imperdibles de la ciudad incluyen un mercado al aire libre, donde degustamos unos mini panqueques llamados Poffertjes (ñami); el mercado de flores y semillas, donde se encuentran bellos tulipanes y orquídeas; el área de los museos, donde hay una explanada de pasto y el típico letrero de “I amsterdam”; y por supuesto el barrio chino, que está pegado al Red Light District.


La verdad no es lo mismo haber escuchado sobre esto, o haber visto algún reportaje en la tele. Estar ahí, es super entretenido! Las mujeres se exhiben como muñecas en sus cajas, una al lado de la otra en vitrinas muy pequeñas. Algunas son muy animosas, hacen gestos y llaman la atención de los clientes, mientras que otras están muy aburridas, mirando el suelo o limándose las uñas sentadas en una banquita. Las hay rubias, morenas, negras, latinas, con pechugas de silicona, flacas y planas, con tatuajes, etc. Para toditos los gustos. Mucha gente pasaba por el lado de ellas y no las pescaban hasta familias con niños! Yo estaba impactada, y las miraba de arriba abajo sin espanto (si voy a opinar, mejor miro bien!). Mi amiga Alice estaba muerta de la risa. También miramos una serie de adminículos en los innumerables sex shop que están cercanos a las chicas. Y por supuesto están los Coffee Shop, que están agrupados cerca de la ribera de los canales, los cuales también son diversos: los hay más luminosos, más turísticos y más tranqui, para además de la experiencia principal tener la oportunidad de leerte un libro y tomarte un juguito de naranja. Tal cual.


Para el que sienta curiosidad, por supuesto que intenté tomar fotos de esta zona, pero aparte que es mal visto (porque es sabido que es feo tomar fotos acá, no porque esté prohibido, sino que sólo no se ve bien), cuando hice el intento una chica me sorprendió en milisegundos y me cerró la cortina donde se exhibía en una vitrina, por más que traté de hacerla piola! Obviamente son más vivas que yo =).